En la película “Megadiva” hace de Álvaro, un empresario

El joven presentador ve como extraordinario el momento por el que pasa su carrera.

Jhoel López cree que ya es hora de que a los jóvenes se les dé la oportunidad de conducir el premio Casandra.

Cristina Liriano
SANTO DOMINGO.- Para llegar a tener éxito en la televisión, no basta con ser bonito y tener preparación. También hay que poseer el misterio que muchos llaman ángel, que se descubre cuando el público te acepta y te adopta como parte de su familia.

Luego de muchos años esto es lo que ha sentido el comunicador Jhoel López, quien ve como extraordinario el momento por el que transita actualmente su carrera, pues se desarrolla en el teatro, el cine, telenovelas, la televisión y el modelaje.

Aunque ha pasado mucho tiempo desde que irrumpió en el programa infantil Topi Topi, es ahora cuando Jhoel siente el empuje y la solidez de su carrera como comunicador.

Trabas
Pero no todo ha sido felicidad para lograr que la gente lo reconozca y lo coloque en el lugar en que está ahora, asegura que ha tenido que llorar mucho.

“He llorado mucho, he sufrido, pero esas cosas me han hecho mucho más fuerte y me he levantado de una manera que hoy puedo decir que soy totalmente feliz”, manifestó.

En entrevista para EL DÍA, López explica que la clave para lograr trascender en la televisión dominicana ha sido que el público se ha dado cuenta que él es tal cual sale en la televisión, que no existen para él doble cara ni personajes.

López que actualmente es conductor del programa “Escándalo del 13”, explica que ha sabido aprovechar todas las oportunidades que su carrera le ha brindado, de ahí que se convierte en una de las figuras jóvenes más prometedoras para la comunicación criolla.

Una de las cosas que le gusta es que su generación no se limita solo a presentar, sino que saben hacer de todo, en cualquier campo desarrollan su carrera.

Por ahora su sueño es que existan más presentadores dominicanos en cadenas internacionales. Hace poco se le vio en la película “Megadiva”, donde hizo un estelar papel de un empresario llamado Álvarom que sustentaba la vida glamourosa de la protagonista.