Cuando Salma Hayek salió del hotel George V en París el pasado domingo, tropezó por las escaleras de mármol, casi arrastrando a su hija Valentina en el suelo con ella… Y sus tacones de seis centímetros de plataformas.
Afortunadamente, la actriz de 45 años fue capaz de recuperar su equilibrio agarrándose del marco de la puerta sin dejar de sujetar la mano de su hija. De inmediato fue asistida por varias personas que estaban en la entrada del lujoso hotel.
Con un glamoroso vestido azul marino de la casa francesa YSL, la actriz mexicana se unió a Paloma, su hija de 4 años de edad, y sonrió a los fotógrafos asegurando que El Gato con botas es una excelente película que nadie puede perderse.
1 comentario:
Lo cierto es que reacciona perfectamente. Eso le pasa a más de una que yo se y cae de bruces.
Por cierto, esta mujer no envejece? Es, con razón, una de las chicas guapas de Holliwood.
Besos de Lulú
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