Sammy Sosa practicamente desapareció del país cansado de las críticas y los ataques que se le hacían, algunos con fundamento y otros producto sencillamente de actitudes que muchos suelen asumir en contra de los famosos.
Las frustraciones de alguna gente, sin éxito, le hace volcar su ira y encono en contra de los triunfadores, como si estos fueran culpables de su desgracia. Así es el mundo...
Sin embargo, aún cuando ya no vive aquí, Sammy no escapa al escalpelo de la gente, que cuando se encuentra con él, mal puesto, lo "pica".
Vean el color de su mano, y el de su cara. Parece una figura fantasmagórica de Halloween...
Y eso no debería ser en una figura tan conocida popular y adinerada como Sammy Sosa.
Por más que se le ha dicho, hasta en los medios más importantes de comunciación de Estados Unidos, Sammy no quiere dejar la "fuñía" crema blanqueadora esa que abarata su imagen.
Johnny Ventura, que se identifica como "un negrito casi lindo", debería aconsejarlo.
La sicóloga Nancy Alvarez debería tratarlo, si es un asunto de problemas de autoestima o complejos por ser negro, el que Sammy Sosa tiene. ¡Me basta!.
Joseph Cáceres
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