La ciudad elegida fue Madrid. Black Eyed Peas ofreció anoche el ultimo concierto de su gira del disco 'The Beginning' y tal vez el último en mucho tiempo, ya que sus integrantes han manifestado que comenzaran su andadura musical en solitario. El estadio del Vicente Calderón vibró durante una actuación en la que cerca de 50.000 asistentes no pararon de bailar, corear las canciones y contemplar el espectáculo de este grupo que triunfa en todo el mundo.
Entre los fans de los
Black Eyed Peas, estaba
Paulina Rubio, que descendió de una furgoneta muy idónea para la ocasión, cual diva mundial, de la mano de su marido
Nicolás Vallejo-Nágera. Enfundada en un vestido con estampada de leopardo, unas oscuras gafas de sol y unos botines con altísimo tacón, la cantante mexicana fue aclamada a su llegada al estadio.
Desde que diera a luz a su hijo son escasas las ocasiones que Paulina y Nicolás se dejan ver en público. Y es que el pequeño Andrea Nicolás, que ahora tiene ocho meses, tiene totalmente enamorados a sus padres, que están volcados en el cuidado de su bebé.
Tras el nacimiento del pequeño, en noviembre, y el fallecimiento del padre de Paulina, en enero de 2011, se dijo que el matrimonio estaba en crisis, algo que ha sido desmentido y el tiempo se ha encargado de demostrar que siguen juntos y felices. Paulina está en Madrid para preparar su nuevo disco y lo anunció a través de su Twitter: "Estoy componiendo con Coti les va a encantar, I love u cotonete!".
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