Las autoridades estadounidenses desarticularon un complot orquestado por tres hombres para matar al cantante canadiense Justin Bieber en Nueva York el mes pasado.
El supuesto complot implicaba también matar al guardaespaldas de
Bieber, de 18 años, y a otras dos personas, según el informe de un
tribunal de Nuevo México
en el que dos de los acusados afrontan cargos por conspiración para
cometer asesinato. Pretendían además cortarle los testículos y venderlos
por 2.500 dólares (casi 2.000 euros) cada uno.
El plan fue urdido supuestamente por Dana Martin, preso en Nuevo
México tras ser condenado a dos cadenas perpetuas por violar y matar a
una adolescente en el año 2000.
De acuerdo con su declaración jurada, Martin se sintió menospreciado
por Bieber después de escribirle varias cartas y no obtener respuesta.
Por eso comenzó a planear el asesinato del cantante y reclutó para
llevar a cabo su plan a Marcos Staake, de 41 años, quien estuvo preso
con él, y a un sobrino de éste, Tanner Ruane, de 23 años.
El plan consistía en que Staake y Ruane viajaran primero a Vermont para matar y castrar a dos conocidos de Martin, por causas que no han trascendido.
Posteriormente se desplazarían a Nueva York para asesinar a Bieber y a
su guardaespaldas aprovechando la estancia del artista en la ciudad,
donde ofreció un concierto en el Madison Square Garden a finales de
noviembre.
El propio Martin frustró el plan al llamar a las autoridades y delatar a sus socios.
Staake fue detenido en Vermont y Ruane fue localizado en el estado de Nueva York con armas y tijeras de podar en su vehículo.
Los dos serán enviados a Nuevo México, donde enfrentan cargos por conspiración para cometer asesinato.
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