El actor nos habla de su regreso al teatro con este osado show, de los planes de su madre, Charytín Goyco, y lo que lo mantiene enamorado de su esposa.
En un abarrotado teatro de Miami, Shalim Ortiz estrenó el domingo 15 la obra Confesiones del pene con una imponente mujer mirándolo en primera fila: su madre, la animadora dominicana Charytín Goyco.
“Me conmovió mucho verla a ella ahí”, confiesa Shalim, quien meses atrás había asistido al mismo teatro a verla a ella actuar en la exitosa obra Los monólogos de la vagina, donde la rubia hizo que el teatro se desdoblara de las carcajadas al soltar algunas de las palabrotas del picante libreto. “Ella está explorando varias ofertas que tiene”, añade sobre Charytín, quien no ha anunciado aún su próximo proyecto televisivo tras la cancelación de su programa Escándalo TV en el 2011. “Está muy feliz, viviendo una etapa muy bonita y con muchas cosas grandes que vienen por ahí”.
Shalim regresa a las tablas tras su actuación en la telenovela Una maid en Manhattan y la películaSangre de familia (producida por Changos Volando), que se exhibe ahora en los cines de México. El actor, quien también conquistó el mercado anglosajón con su actuación en la serieHeroes, admite que le alegra que su madre le haya dado el visto bueno a este nuevo proyecto teatral.
“Ella es una crítica muy fuerte mía. Por ser mi madre no me dice que todo está bien. Me quedé asombrado cuando no tuvo casi nada negativo que decir”, añade él sobre su interpretación de un stripper que enloquece a las mujeres y resulta tener un amante gay, entre otros personajes.
Otra que lo animó a participar en la puesta en escena fue su esposa, la animadora cubanoamericana Leslie Ann Machado, con quien vive en Saint Petersburg, Florida, junto al hijo de ambos, Liam Michel, de 5 años. “Ella es mi equipo, es mi otra mitad”, dice sobre Machado, con quien ya cumplió cuatro años de casado. “Creo que lo que nos ha dado a nosotros una roca, una fuerza, ha sido que hemos mantenido una amistad con mucha confianza paralela a ser amantes y a ser pareja. Esa amistad es lo que hace que uno no quiera tener otros amigos, querer escaparse a beberse las chelas con los panas. Siento que cuando estoy con ella, estoy en casa”.
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