La pareja de esposos se fue Bávaro a una efímera luna de miel
Todo de blanco, dos novios radiantes y unas fotografías magistralmente tomada por Jochy Fersobe daban inicio a una de las bodas más esperada en Santiago.
Psicóloga hoy esposa del acordeonista, se vio radiante y feliz, ella
llegada al altar a convertirse en la esposa del hombre que ama. El
Prodigio nervioso la esperó, y así se dio el enlace por lo civil, aunque
más adelante tendrán otra boda por lo religioso. Se irán a Irlanda en
unos meses a ver castillos, porque para el músico Sterlyn es más que su
princesa.
Sus amigos bailaron y gozaron hasta la cinco de la mañana, muchos amanecieron roncos.
CRONICA DE GRISBEL MEDINA/LISTIN DIARIO
La novia, psicóloga de profesión y teatrista por convicción, cruzó la
senda del jardín debajo de una mantilla y de la mano de su padre Pastor
Ramírez.
Al fondo le esperó el artista, impecable, con una sonrisa de oreja a
oreja y el pelo recortadito. Nada de “artistismo” en el vestuario.
Sobrios y elegantes, ambos, estuvieron oficialmente casados a las 8:42
p. m. por la jueza Yudelka Jorge. Dos besos y la bendición de Aladino
García, tío del acordeonista, clausuraron los minutos formales.
Velas, rosas blancas y lirios cala por doquier. En la mesa 13
sentaron a Aureliano Guzmán, el empresario que le hizo quitar el bigote
amarillo al Prodigio camino a una presentación en Santo Domingo en 1998.
A la conducción del locutor José Miguel Ortiz (Papillón), maestro de
ceremonias, le faltó menos estilo tarimero y más temple matrimonial.
Vestida por Manuel Palferez, modisto dominicano residente en Estados
Unidos, la novia se gozó la boda, unas veces de la mano de su esposo y
en muchas otras haciendo ronda con sus compañeros de PUCMM. El atuendo
nupcial, dato sin confirmar por los contrayentes, supuestamente costó 50
mil dólares.
La primera pieza en bailar juntos fue “The way you look tonight” (La
forma en que te ves esta noche) y más tarde “Como yo” de Juan Luis
Guerra. Como el astro de “Estrellitas y duendes” estaba invitado, mucha
gente se mantuvo pendiente de la puerta a ver si, de sorpresa, se
asomaba el inmenso Juan Luis.
Andrés Rosario y Aracelis Almonte, apadrinaron el enlace del
acordeonista con la joven egresada de la escuela de psicología de PUCMM.
Hubo asientos para 250 personas. Muchísimas estuvieron vacías.
La pareja, feliz y espontánea, se desplazaba de un lado a otro,
reciprocándose cariños. Nunca estuvieron solos pues la gente le hacía
ronda. El Ciego de Nagua, sentado al centro de la banda dijo “lo que uno
tiene que hacer por los hijos”, pues se levantó “a las tres de la
mañana” para abordar el avión que le trajo desde New York a tocarle a
“su hijo”. Fefita la Grande, feliz y saltarina como niña con juguete
nuevo y Bartolo Alvarado, le brindaron a la pareja un selecto manojo de
temas tradicionales
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